martes, 29 de marzo de 2011

Tras la puertas enemigas

John se despedía de su mujer para ir a la guerra. El ejercía como francotirador en el ejercito de su estado (Francia) y era uno de los mejores de su continente. John había aprendido a manejar los fusiles de precisión con su padre, cuando era joven le costo mucho pero al final dieron resultado las clases de su padre, que fue en su época muy buen francotirador. John empezó su viaje, se haría largo, asín que John se entretenía camuflando su fusil de precisión (un L96A1). El trabajo parecia sencillo, solamente su ejercito tenia que matar a un solo hombre, un dictador ruso que amenazaba a su país (Nicolau).

Una vez llegado a su posición con su L96A1, John estuvo vigilando la zona (desde lo alto de una montaña) hasta el anochecer. Todo estaba tranquilo, ni un enemigo a la vista.

A la mañana siguiente John que había acampado cerca de su sitio de vigilancia, junto a su compañero, también francotirador, Eddie. Esa mañana cuando se levantaron y se dispusieron a vigilar otra vez en su zona, vieron desde arriba que habían matado a todos sus compañeros. Ellos nerviosos por las circunstancias se camuflaron y bajaron silenciosamente por el bosque. Una abajo (en el lugar donde se encontraban los cadáveres de sus compañeros) vieron como desde lejos unos coches venían hacia donde estaban ellos, los coches estaban a unos 3km de distancia y ellos se camuflaron rápidamente en el bosque por donde habían bajado. Los coches pararon en el lugar donde se encontraban ellos y unos militares que parecían ser del bando enemigo inspeccionaron la zona para asegurarse de que no quedase nadie vivo.

- John (en voz baja): Estos deben ser reclutas mandados por el general del bando enemigo. No muevas ni un dedo estate callado y solamente observa hasta que se vayan.

- Eddie: Entendido.

- John: Camufla más tu arma.

- Eddie: Perdón por el descuido mi capitán.

Eddie al camuflar su arma hizo mucho ruido y los soldados, que se oyeron del ruido, fueron a la zona donde se encontraban ellos. John no tuvo mas remedio que arriesgarse antes que los pillaran y fue matando uno a uno a todos los soldados (eran un total de 6). Tras la gran acción que hizo John, Eddie y John cogieron uno de los coches de los soldados enemigos, y se dirigieron por el camino por donde habían venido estos.

Desde lejos cuando iban por medio camino vieron toda la acampada enemiga y la tienda de acampada principal donde seguramente Nicolau estaría dentro. John y Eddie dejaron el coche a unos 800 metros del campamento enemigo y subieron por una pequeña montaña que había al lado del camino.

Tras haberse camuflado y colocado bien su L96A1 en el suelo, John y su compañero esperaron desde aquella posición (se situaron a unos 1200 metros de distancia) hasta que saliera Nicolau de la campaña.

Al día siguiente y sin haber dormido nada, John seguia vigilando mientras su amigo aun dormía. John estaba apunto de descansar un poco y comer algo de sus reservas, vio como Nicolau salia recien levantado de su campaña. A John le quedaba solamente una bala en la recamara y no podía fallar aquel tiro tan importante que podía salvar a su pis. John inspiro aire para efectuar el tiro y... ¡Acertó! En aquel momento, justo después del disparo, unos soldados enemigos mataron a John por la espalda después de escuchar su tiro.

Eddie se salvo tras haberse marchado a hacer sus necesidades y pudo escapar, y contar lo que hizo John y como salvo a Francia, desde entonces John será recordado como un héroe por su patria.

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